el santo padre francisco

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martes, 26 de agosto de 2014

8 de diciembre de 2013 - Oración del Papa Francisco en la solemnidad de la Inmaculada Concepción

Como cada 8 de Diciembre, la Iglesia celebró la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, dogma de fe de nuestra religión católica proclamado por el Papa Pio IX mediante la bula Ineffabilis Deus. Celebramos en este día que La Virgen María fue preservada por Dios de todo pecado, desde el mismo instante de su concepción, para ser la más perfecta madre para su Hijo. El Catecismo de la Iglesia Católica recuerda en n. 488 que “Dios envió a su Hijo, pero para formarle un cuerpo quiso la libre cooperación de una criatura”, y que para ser la Madre del Salvador, María fue “dotada por Dios con dones a la medida de una misión tan importante” (490) , “desde el primer instante de su concepción, fue totalmente preservada de la mancha del pecado original y permaneció pura de todo pecado personal a lo largo de toda su vida” (508). El Papa Francisco, como hicieron sus predecesores, se trasladó a la plaza de España para el tradicional homenaje a la Inmaculada. Durante el recorrido se agolpaban miles de romanos que deseaban ver y saludar al Santo Padre. Al igual que en las Audiencias generales, el Papa besó a algunos niños para transmitir un mensaje de esperanza de futuro. Y saludó a un grupo de enfermos que lo esperaban en la plaza. El acto de devoción comenzó con una ofrenda floral del Papa y continuó con una oración que el Pontífice quiso dedicar a la Inmaculada Virgen María en este día de celebración: “Virgen Santa e Inmaculada,a Ti, que eres el honor de nuestro pueblo y la guardiana atenta que cuida de nuestra ciudad,nos dirigimos con confianza y amor. ¡Tú eres la Toda Hermosa, oh María ! El pecado no está en Ti. Suscita en todos nosotros un renovado deseo de santidad:en nuestra palabra brille el esplendor de la verdad, en nuestras obras resuene el canto de la caridad,en nuestro cuerpo y en nuestro corazón habiten la pureza y la castidad, en nuestra vida se haga presente toda la belleza del Evangelio. Tú eres la Toda Hermosa, oh María ! La Palabra de Dios se hizo carne en Ti. Ayúdanos a mantenernos en la escucha atenta de la voz del Señor: el grito de los pobres nunca nos deje indiferentes,el sufrimiento de los enfermos y los necesitados no nos encuentre distraídos, la soledad de los ancianos y la fragilidad de los niños nos conmuevan,toda vida humana sea siempre amada y venerada por todos nosotros. Tú eres la Toda Hermosa, ¡Oh María! En ti está el gozo pleno de la vida bienaventurada con Dios. Haz que no perdamos el sentido de nuestro camino terrenal:la suave luz de la fe ilumine nuestros días, la fuerza consoladora de la esperanza dirija nuestros pasos,el calor contagioso del amor anime nuestro corazón, los ojos de todos nosotros permanezcan fijos, allí, en Dios, donde está la verdadera alegría. ¡Tú eres la Toda Hermosa, oh María!Escucha nuestra oración, atiende nuestra súplica: se Tú en nosotros la belleza del amor misericordioso de Dios en Jesús, que esta belleza divina nos salve a nosotros, a nuestra ciudad, al mundo entero. Amén.”

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