el santo padre francisco

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domingo, 28 de julio de 2013

Papa Francisco parte a Roma "con el alma llena de recuerdos felices"

El papa Francisco partió este domingo de Río de Janeiro a Roma con "el alma llena de recuerdos felices" después de presidir la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en el primer viaje internacional de su pontificado. "Marcho con el alma llena de recuerdos felices (...) En este momento comienzo a sentir un inicio de 'saudade' (nostalgia) de Brasil, este pueblo tan grande y de gran corazón", dijo el pontífice argentino antes de abordar el avión en el aeropuerto internacional de Río. Tras un encuentro con los voluntarios que ayudaron a organizar la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud, en Río de Janeiro, el papa Francisco emprende su regreso al Vaticano, en Roma. Pasadas las 18, Jorge Bergoglio llegó en helicóptero al aeropuerto de la cidade maravilhosa, donde abordó el avión de Alitalia que lo lleva de regreso a la Santa Sede. Antes de partir, Francisco participó de una ceremonia de despedida que se realizó en el aeropuerto. "En este momento, ya empiezo a extrañarlos", dijo el Papa. Más temprano, en su discurso de agradecimiento ante gran parte de los voluntarios que asistieron al centro de convenciones Riocentro, el sumo pontífice afirmó que, por seguir la cultura de lo provisional, algunas personas creen que el matrimonio o el sacerdocio están pasados de moda y que no vale la pena comprometerse para toda la vida.

Papa Francisco con CELAM

El papa Francisco participó de la Reunión General de Coordinación del Consejo Episcopal Latinoamericano, a la que asistieron los uruguayos Carlos Collazzi y Pablo Galimberti. Francisco dijo que en la región “hay pastorales planteadas con tal dosis de distancia que son incapaces de lograr el encuentro: encuentro con Jesucristo, encuentro con los hermanos”. El papa Francisco participó el domingo de la Reunión General de Coordinación del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), celebrada en la ciudad de Rio de Janeiro. Asistieron a la misma el obispo de Mercedes, Carlos Collazzi, y el obispo de Salto, Pablo Galimberti. Francisco dio un mensaje a los obispos y secretarios del CELAM presentes, destacando los desafíos para la Iglesia y las actitudes que esta debe tomar de cara al futuro, así como el perfil del "discípulo misionero". El papa alertó sobre los peligros de ceder ante la ideologización del mensaje evangélico, el funcionalismo y el clericalismo, y apuntó que en América Latina y el Caribe existen "pastorales lejanas, pastorales disciplinarias que privilegian los principios, las conductas, los procedimientos organizativos... por supuesto sin cercanía, sin ternura, sin caricia (...) Hay pastorales planteadas con tal dosis de distancia que son incapaces de lograr el encuentro: encuentro con Jesucristo, encuentro con los hermanos", señaló, y apuntó que "este tipo de pastorales a lo más pueden prometer una dimensión de proselitismo pero nunca llegan a lograr ni inserción eclesial ni pertenencia eclesial. La cercanía crea comunión y pertenencia, da lugar al encuentro. La cercanía toma forma de diálogo y crea una cultura del encuentro".

Palabras del Papa antes del Rezo del Ángelus

Queridos hermanos y hermanas Al final de esta celebración eucarística, con la que hemos elevado a Dios nuestro canto de alabanza y gratitud por cada gracia recibida durante esta Jornada Mundial de la Juventud, quisiera agradecer de nuevo a Monseñor Orani Tempesta y al Cardenal Rylko las palabras que me han dirigido. Les agradezco también a ustedes, queridos jóvenes, todas las alegrías que me han dado en estos días. Llevo a cada uno de ustedes en mi corazón. Ahora dirigimos nuestra mirada a la Madre del cielo, la Virgen María. En estos días, Jesús les ha repetido con insistencia la invitación a ser sus discípulos misioneros; han escuchado la voz del Buen Pastor que les ha llamado por su nombre y han reconocido la voz que les llamaba. ¿No es verdad que, en esta voz que ha resonado en sus corazones, han sentido la ternura del amor de Dios? ¿Han percibido la belleza de seguir a Cristo, juntos, en la Iglesia? ¿Han comprendido mejor que el Evangelio es la respuesta al deseo de una vida todavía más plena? La Virgen Inmaculada intercede por nosotros en el Cielo como una buena madre que cuida de sus hijos. Que María nos enseñe con su vida qué significa ser discípulo misionero. Cada vez que rezamos el Ángelus, recordamos el evento que ha cambiado para siempre la historia de los hombres. Cuando el ángel Gabriel anunció a María que iba a ser la Madre de Jesús, del Salvador, ella, aún sin comprender del todo el significado de aquella llamada, se fió de Dios y respondió: «He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra» Pero, ¿qué hizo inmediatamente después? Después de recibir la gracia de ser la Madre del Verbo Encarnado, no se quedó con aquel don; marchó, salió de su casa y se fue rápidamente a ayudar a su pariente Isabel, que tenía necesidad de ayuda; realizó un gesto de amor, de caridad, de servicio concreto, llevando a Jesús en su seno. Y este gesto lo hizo diligentemente. Queridos amigos, éste es nuestro modelo. La que ha recibido el don más precioso de parte de Dios, como primer gesto de respuesta se pone en camino para servir y llevar a Jesús. Pidamos a la Virgen que nos ayude también a nosotros a llevar la alegría de Cristo a nuestros familiares, compañeros, amigos, a todos. No tengan nunca miedo de ser generosos con Cristo. ¡Vale la pena! Salgan y vayan con valentía y generosidad, para que todos los hombres y mujeres encuentren al Señor. Queridos jóvenes, tenemos una cita en la próxima Jornada Mundial de la Juventud, en 2016, en Cracovia, Polonia. Pidamos, por la intercesión materna de María, la luz del Espíritu Santo para el camino que nos llevará a esta nueva etapa de gozosa celebración de la fe y del amor de Cristo. +

La próxima Jornada Mundial de la Juventud será en 2016, en Cracovia, Polonia

“Queridos jóvenes, tenemos una cita en la próxima Jornada Mundial de la Juventud, en 2016, en Cracovia, Polonia. De este modo antes del rezo del Ángelus, el Santo Padre anunció oficialmente que la XXIX JMJ se realizará en 2016 en la ciudad polaca de Cracovia, en claro homenaje al Beato Juan Pablo II, que creó las Jornadas Mundiales de la Juventud y que será proclamado santo este año. ¨Pidamos, por la intercesión materna de María, la luz del Espíritu Santo para el camino que nos llevará a esta nueva etapa de gozosa celebración de la fe y del amor de Cristo”, dijo el Papa a los jóvenes.

El Papa a los voluntarios: “No tengan miedo de decir sí a Dios, en Él está la alegría”

Una “intensa experiencia de fe”, describió el papa Francisco la tarea de los voluntarios de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), en el discurso que les dio en el encuentro que mantuvo con los miles de voluntarios de la JMJ que se realizó en el Pabellón 5 de Río Centro, en Río de Janeiro. El Papa los animó a tener el valor de ir contracorriente de la cultura de lo relativo; les preguntó irónicamente si el matrimonio estaba pasado de moda a lo que los jóvenes respondieron que no. También les dijo que aunque muchos todavía no tengan en claro que hacer con sus vidas, pídanle a Jesús que les indique el camino y les señaló “no tengan miedo de decir sí a Dios, en Él está la alegría”.
Luego de participar en la Jornada Mundial de la Juventud, cerca de las 19 el papa Francisco viajará de regreso a Roma. Antes de su artida, miles de jóvenes le dijeron adiós y el Sumo Pontífice se despidió de los voluntarios que participaron en las diferentes actividades durante la última semana. El pontífice llamó a los jóvenes que asistieron a los peregrinos de la JMJ a "santificarse construyendo una familia mediante el sacramento del matrimonio". "Hay quien dice que hoy el matrimonio está pasado de moda", alertó y preguntó a los jóvenes si así lo creían a la vez que arengó al auditorio a un "no" como respuesta. El Papa insistió en pedirles que "sean revolucionarios, que vayan contracorriente, sí, en esto les pido que se rebelen contra esta cultura de lo provisional que, en el fondo, cree que ustedes no son capaces de asumir responsabilidades, que no son capaces de amar verdaderamente", resaltó. "Yo tengo confianza en ustedes, jóvenes, y pido por ustedes, Atrévanse a ir contracorriente. Atrévanse a ser felices", exclamó. "Siempre pueden contar con mis oraciones, y sé que puedo contar con las oraciones de ustedes", agregó antes de rezar junto a lo miles de jóvenes presentes. El pontífice cerró ese breve encuentro con los voluntarios en el Rio Center con su frase habitual: "recen por mí". La Argentina fue el país que más voluntarios aportó a la JMJ, después del anfitrión, con 463 jóvenes admitidos para desempeñar tareas en las diversas áreas de la organización.

El Papa le regaló zapatitos para el nieto de la Presidenta argentina

La presidenta Cristina Fernández se mostró emocionada hoy aquí tras su breve encuentro con el papa Francisco al término de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y mostró los zapatitos y medias que Francisco le regaló para su nieto, Néstor Iván Kirchner, nacido hace dos semanas. La jefa de estado destacó, ante la prensa que cubre el encuentro, que su compatriota el Papa también le ¨bendijo unos rosarios¨. La presidenta Cristina Fernández y su comitiva participaron de la multitudinaria misa de cierre de la JMJ en la playa de Copacabana, por invitación de la mandataria brasileña Dilma Rousseff. También estuvieron el presidente de Bolivia, Evo Morales, y el mandatario de Surinam, Desire Bouterse.

Misa de Envio del Papa Francisco


El Papa Francisco celebró la misa que cerró la Jornada de la Juventud

El papa Francisco llamó hoy a los más de tres millones de jóvenes reunidos en la playa de Copacabana, en Brasil, a "llevar a Cristo hasta las periferias existenciales" y los exhortó a "no tener miedo". "No tengan miedo de ir y llevar a Cristo a cualquier ambiente, hasta las periferias existenciales, también a quien parece más lejano, más indiferente", dijo en la homilía de la misa de cierre de la Jornada Mundial de la Juventud, de la que participan la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y sus pares de Brasil, Dilma Rousseff; de Bolivia, Evo Morales, y de Surinam, Desire Bouterse. Al rezar el Angelus, tras la misa, y en un fuerte reconocimiento a la figura de Juan Pablo II, Francisco anunció que la ciudad de Cracovia, en Polonia -país natal de Karol Wojtyla- será sede de la próxima JMJ que se realizará en el año 2016. La misa se vivió bajo un sol radiante, que contrastó con los cinco días de lluvias intensas que cayeron sobre Río durante la semana y que obligaron a trasladar a Copacabana la vigilia y la misa previstas en un campo de Guaratiba, a más de 20 kilómetros de aquí. "Queridos jóvenes, cuando vuelvan a su casa, no tengan miedo de dar testimonio del evangelio. Llevar el evangelio es llevar la fuerza de Dios para arrancar y arrasar el mal y la violencia, para destruir y demoler las barreras del egoísmo, la intolerancia y el odio, para edificar un mundo nuevo", dijo el papa argentino en la homilía. Intercalando párrafos en castellano y en portugués, el primer papa latinoamericano de la historia expresó: "Jesús cuenta con ustedes. La iglesia cuenta con ustedes. El papa cuenta con ustedes", despertando la ovación de los millones de jóvenes que, en un campamento a cielo abierto, pasaron la noche en la arena de la playa más famosa de Brasil. "No tengan miedo de ir y llevar a Cristo a cualquier ambiente, hasta las periferias existenciales, también a quien parece más lejano, más indiferente. El Señor busca a todos, quiere que todos sientan el calor de su misericordia y de su amor", expresó en otro tramo. En las primeras filas, además de la presidenta argentina, se encontraban presentes en la celebración los mandatarios de Brasil -el país anfitrión-, Dilma Rousseff; de Bolivia, Evo Morales; y de Surinam, Desire Bouterse; y delegaciones de otros países de la región. En su mensaje, Jorge Bergoglio llamó especialmente a los jóvenes de Latinoamérica a "comprometerse en la misión continental promovida por los obispos", impulsada desde Aparecida en el 2007, y expresó: "Brasil, América Latina, el mundo tiene necesidad de Cristo". "No hay fronteras, no hay límites: Jesús nos envía a todos. El evangelio no es para algunos sino para todos. La iglesia necesita de ustedes, del entusiasmo, la creatividad y la alegría que los caracteriza", les dijo en la misa que constituyó el momento de envío del papa a los jóvenes. En el último día de su agitada visita de una semana a Brasil, el obispo de Río de Janeiro, Orani Tempesta, lo recibió al comienzo de la misa con una frase que resume la revolución que despertó el papa argentino en la "ciudad maravillosa": "Ya te estamos extrañando Francisco porque mañana no estarás aquí", le dijo. Antes de la ceremonia, Bergoglio había recorrido una vez más en "papamóvil" la avenida Atlántica, desde el fuerte de Copacabana hasta el imponente escenario montado sobre la playa, despertando nuevamente gritos de euforia y fervor. A su paso iba agarrando al voleo las banderas y otros objetos que la gente le lanzaba, y también se detuvo para aceptar un mate brasileño, típico del estado de Rio Grande do Sul, llamado "chimarrao". Cuando subió al escenario, los jóvenes lo recibieron con el "flash-mod" más grande de la historia, una coreografía que los millones de peregrinos venían ensayanado desde ayer sobre la arena, y que fue seguido con movimientos descoordinados y graciosos por obispos y sacerdotes. Un momento muy emotivo para los argentinos estuvo reservado hacia el final de la ceremonia cuando los cantantes Axel y Soledad Pastorutti cantaron junto al músico mexicano Martín Valverde una canción de su autoría, llamada "Nadie te ama como yo". Ante unos tres millones de jóvenes que ocuparon cada centímetro de la playa de Copacabana, el papa Francisco ofició esta mañana la Misa de Clausura de la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro. Allí, pidió difundir la fe católica "sin miedo" y conquistar más adeptos para la Iglesia. "Vayan, sin miedo, para servir", expresó el Papa al inicio de la homilía. Y explicó que la práctica cristiana "no puede quedar encerrada en su vida o en el pequeño grupo de la parroquia, del movimiento o de su comunidad", porque ello "sería como quitarle el oxígeno a una llama que arde". "La fe es una llama que se hace más viva cuanto más se comparte, se transmite", enfatizó. Y completó: "El evangelio es para todos, no para algunos. No es sólo para los que nos parecen más cercanos, más receptivos, más acogedores. Es para todos. No tengan miedo de ir y llevar a Cristo a cualquier ambiente, hasta las periferias existenciales, también a quien parece más lejano, más indiferente". El Papa se dirigió en particular a los jóvenes latinoamericanos, que conformaron la abrumadora mayoría de los fieles reunidos en la playa carioca de Copacabana, a los que exhortó a poner en marcha la consigna de la Jornada Mundial de la Juventud: "Vayan, y hagan discípulos a todos los pueblos". "Quisiera que este mandato de Cristo -"Vayan"- resonara en ustedes jóvenes de la Iglesia en América Latina, comprometidos en la misión continental promovida por los obispos", expresó el Pontífice. "Brasil, América Latina, el mundo tiene necesidad de Cristo". Lo escucharon cerca de tres millones de personas. Muchos de ellos jóvenes que pasaron la noche en campamentos improvisados en la arena, a la espera del cierre del encuentro. A la llamada "Misa del Envío", celebrada sobre la famosa playa, acudieron, entre otras autoridades, las presidentas de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y Brasil, Dilma Rousseff, quienes llegaron al escenario juntas y luciendo vestidos de color negro. También el presidente de Bolivia, Evo Morales. Antes de la ceremonia, el Papa paseó en papamóvil descubierto por la avenida que bordea el mar, saludando a cientos de miles de jóvenes peregrinos. Varias veces estrechó manos y volvió a tomarse un mate que le ofreció un joven. "íViva el Papa!", gritó la gente. Una vez que Francisco llegó a la playa, los jóvenes lo recibieron con un masivo "flashmob", una coreografía que era guiada por coreógrafos brasileños desde el altar montado en la playa de Copacabana. Del "flashmob más grande de la historia" participaron las más de 3 millones de personas que participan de la Misa de Clausura. Se realizó mientras sonaba el tema "Bem-vindo Papa Francisco". "Ya te estamos extrañando Papa Francisco porque mañana no estarás aquí", dijo el obispo de Rio de Janeiro, Orani Tempesta, quien habló como anfitrión del Papa durante su estadía en Río, antes del inicio formal de la ceremonia. La misa, que mostró un fuerte contenido musical, fue el cuarto evento masivo del Pontífice en la playa de Copacabana. El alcalde de Rio, Eduardo Paes, estimó que unas tres millones de personas asisten, batiendo "el récord histórico" de afluencia. Como la zona inicialmente prevista para la misa dominical, que marcó la cierre de la Jornada, fue cambiada debido a que se anegó por las lluvias y se trasladó el evento de cierre a Copacabana, entonces miles de peregrinos cumplieron la tradicional vigilia durmiendo en la playa y otros sobre la famosa acera de adoquines negros y blancos en forma de onda y que va a lo largo del mar por unos cuatro kilómetros.

Cuatro mandatarios asisten a la misa del Papa Francisco en Copacabana (0) | | |

Los presidentes brasileña, Dilma Rousseff, argentina, Cristina Fernández, boliviano, Evo Morales, y surinamés, Desiré Bouterse, asisten hoy al oficio del Papa en Copacabana. Se trata de la misa del Envío, que preside el papa Francisco en el cierre de la Jornada Mundial de la Juventud Católica, precisó un reporte de la estatal PL. Con esa ceremonia el Sumo Pontífice hará la conclusión de la Jornada, a la cual asisten más de dos millones de peregrinos de 170 países, según fuentes del Vaticano. El prefecto de esta ciudad, Eduardo Paes, señaló que nunca antes hubo tantas personas reunidas en la playa Copacabana, donde los fieles pasaron la noche en espera del servicio religioso de este domingo, agregó la nota del medio estatal de la mayor de las Antillas. La misa es el cuarto evento masivo del pontífice en la playa de Copacabana. El alcalde de Río, Eduardo Paes, estimó que unas tres millones de personas asistirán, batiendo "el récord histórico" de afluencia. La víspera, al inicio de la vigilia, Francisco pidió a los jóvenes "meterse en la vida" y no mirarla pasar desde el balcón, ser protagonistas del cambio, interesarse por la política y los problemas sociales y no dejarse ganar por la apatía .

Homilía del Papa en misa de envío de la JMJ Río 2013

Queridos jóvenes «Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos». Con estas palabras, Jesús se dirige a cada uno de ustedes diciendo: «Qué bonito ha sido participar en la Jornada Mundial de la Juventud, vivir la fe junto a jóvenes venidos de los cuatro ángulos de la tierra, pero ahora tú debes ir y transmitir esta experiencia a los demás». Jesús te llama a ser discípulo en misión. A la luz de la palabra de Dios que hemos escuchado, ¿qué nos dice hoy el Señor? Tres palabras: Vayan, sin miedo, para servir. 1. Vayan. En estos días aquí en Río, han podido experimentar la belleza de encontrar a Jesús y de encontrarlo juntos, han sentido la alegría de la fe. Pero la experiencia de este encuentro no puede quedar encerrada en su vida o en el pequeño grupo de la parroquia, del movimiento o de su comunidad. Sería como quitarle el oxígeno a una llama que arde. La fe es una llama que se hace más viva cuanto más se comparte, se transmite, para que todos conozcan, amen y profesen a Jesucristo, que es el Señor de la vida y de la historia (cf. Rm 10,9). Pero ¡cuidado! Jesús no ha dicho: si quieren, si tienen tiempo, sino: «Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos». Compartir la experiencia de la fe, dar testimonio de la fe, anunciar el evangelio es el mandato que el Señor confía a toda la Iglesia, también a ti; es un mandato que no nace de la voluntad de dominio o de poder, sino de la fuerza del amor, del hecho que Jesús ha venido antes a nosotros y nos ha dado, no algo de sí, sino todo él, ha dado su vida para salvarnos y mostrarnos el amor y la misericordia de Dios. Jesús no nos trata como a esclavos, sino como a hombres libres, amigos, hermanos; y no sólo nos envía, sino que nos acompaña, está siempre a nuestro lado en esta misión de amor. ¿Adónde nos envía Jesús? No hay fronteras, no hay límites: nos envía a todos. El evangelio no es para algunos sino para todos. No es sólo para los que nos parecen más cercanos, más receptivos, más acogedores. Es para todos. No tengan miedo de ir y llevar a Cristo a cualquier ambiente, hasta las periferias existenciales, también a quien parece más lejano, más indiferente. El Señor busca a todos, quiere que todos sientan el calor de su misericordia y de su amor. En particular, quisiera que este mandato de Cristo: «Vayan», resonara en ustedes jóvenes de la Iglesia en América Latina, comprometidos en la misión continental promovida por los obispos. Brasil, América Latina, el mundo tiene necesidad de Cristo. San Pablo dice: «¡Ay de mí si no anuncio el evangelio!» (1 Co 9,16). Este continente ha recibido el anuncio del evangelio, que ha marcado su camino y ha dado mucho fruto. Ahora este anuncio se os ha confiado también a ustedes, para que resuene con renovada fuerza. La Iglesia necesita de ustedes, del entusiasmo, la creatividad y la alegría que les caracteriza. Un gran apóstol de Brasil, el beato José de Anchieta, se marchó a misionar cuando tenía sólo diecinueve años. ¿Saben cuál es el mejor medio para evangelizar a los jóvenes? Otro joven. Éste es el camino que hay que recorrer. 2. Sin miedo. Puede que alguno piense: «No tengo ninguna preparación especial, ¿cómo puedo ir y anunciar el evangelio?». Querido amigo, tu miedo no se diferencia mucho del de Jeremías, un joven como ustedes, cuando fue llamado por Dios para ser profeta. Recién hemos escuchado sus palabras: «¡Ay, Señor, Dios mío! Mira que no sé hablar, que sólo soy un niño». También Dios dice a ustedes lo que dijo a Jeremías: «No les tengas miedo, que yo estoy contigo para librarte» (Jr 1,6.8). Él está con nosotros. «No tengan miedo». Cuando vamos a anunciar a Cristo, es él mismo el que va por delante y nos guía. Al enviar a sus discípulos en misión, ha prometido: «Yo estoy con ustedes todos los días» (Mt 28,20). Y esto es verdad también para nosotros. Jesús no nos deja solos, nunca les deja solos. Les acompaña siempre. Además Jesús no ha dicho: «Ve», sino «Vayan»: somos enviados juntos. Queridos jóvenes, sientan la compañía de toda la Iglesia, y también la comunión de los santos, en esta misión. Cuando juntos hacemos frente a los desafíos, entonces somos fuertes, descubrimos recursos que pensábamos que no teníamos. Jesús no ha llamado a los apóstoles a vivir aislados, los ha llamado a formar un grupo, una comunidad. Quisiera dirigirme también a ustedes, queridos sacerdotes que concelebran conmigo en esta eucaristía: han venido para acompañar a sus jóvenes, y es bonito compartir esta experiencia de fe. Pero es una etapa en el camino. Sigan acompañándolos con generosidad y alegría, ayúdenlos a comprometerse activamente en la Iglesia; que nunca se sientan solos. 3. La última palabra: para servir. Al comienzo del salmo que hemos proclamado están estas palabras: «Canten al Señor un cántico nuevo» (95,1). ¿Cuál es este cántico nuevo? No son palabras, no es una melodía, sino que es el canto de su vida, es dejar que nuestra vida se identifique con la de Jesús, es tener sus sentimientos, sus pensamientos, sus acciones. Y la vida de Jesús es una vida para los demás. Es una vida de servicio. San Pablo, en la lectura que hemos escuchado hace poco, decía: «Me he hecho esclavo de todos para ganar a los más posibles» (1 Co 9,19). Para anunciar a Jesús, Pablo se ha hecho «esclavo de todos». Evangelizar es dar testimonio en primera persona del amor de Dios, es superar nuestros egoísmos, es servir inclinándose a lavar los pies de nuestros hermanos como hizo Jesús. Vayan, sin miedo, para servir. Siguiendo estas tres palabras experimentarán que quien evangeliza es evangelizado, quien transmite la alegría de la fe, recibe alegría. Queridos jóvenes, cuando vuelvan a sus casas, no tengan miedo de ser generosos con Cristo, de dar testimonio del evangelio. En la primera lectura, cuando Dios envía al profeta Jeremías, le da el poder para «arrancar y arrasar, para destruir y demoler, para reedificar y plantar» (Jr 1,10). También es así para ustedes. Llevar el evangelio es llevar la fuerza de Dios para arrancar y arrasar el mal y la violencia; para destruir y demoler las barreras del egoísmo, la intolerancia y el odio; para edificar un mundo nuevo. Jesucristo cuenta con ustedes. La Iglesia cuenta con ustedes. El Papa cuenta con ustedes. Que María, Madre de Jesús y Madre nuestra, les acompañe siempre con su ternura: «Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos». Amén.

sábado, 27 de julio de 2013

VIGILIA DE ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO CON LOS JOVENES, JMJ 2013


Francisco ante una multitud en Brasil: "Jesús nos ofrece algo más grande que la Copa del Mundo"

Antes más de dos millones de personas que se concentran esta noche en la playa de Copacabana para una vigilia de oración, el papa Francisco habló a los fieles congregados allí. "Jesús nos ofrece algo más grande que la Copa del Mundo. Jueguen en su equipo y no sean cristianos a medio tiempo, almidonados, de fachada, sino auténticos", dijo enfáticamente el Papa ante una multitud que presencia las horas finales de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), en Río de Janeiro, Brasil. Al presidir una impactante vigilia de oración en la playa de Copacabana ante más de 2 millones de jóvenes, el papa argentino Jorge Bergoglio hizo estas referencias futboleras ya que que -aseguró- "aquí en Brasil, como en otros países, el fútbol es una pasión nacional". Antes del acto, el padre Lombardi afirmó que "hay dos millones de personas", que acamparán toda la noche sobre la arena, adonde el domingo el papa retornará para la misa de clausura de la JMJ. Por tercer día consecutivo y despertando una vez más el fervor de la gente, recorrió en el "papamóvil" los cuatro kilómetros de la avenida Atlántica, a lo largo de la playa de Copacabana, donde más de un millón y medio de jóvenes se congrega para participar de la vigilia de oración de esta noche por la Jornada Mundial de la Juventud Río 2013. Francisco aterrizó en el Fuerte de Copacabana y se trasladó en vehículo por las 40 cuadras que lo separan del enorme escenario montado sobre la playa, desde donde encabezará la vigilia y dará un mensaje a los jóvenes, que pernoctarán sobre la arena, a la espera de la misa de cierre del encuentro, prevista para mañana a las 10. Por la mañana, Francisco, en una valoración inusualmente franca sobre la situación de la Iglesia Católica, afirmó que la institución debería mirarse al espejo y preguntarse porqué tantas personas están abandonando la fe de sus padres. En el penúltimo día de su visita a Brasil, el pontífice argentino dio un largo discurso a los obispos del país con más católicos del mundo, sugiriendo algunos elementos para detener la deserción de fieles. "Quisiera que hoy nos preguntáramos todos: ¿Somos aún una Iglesia capaz de inflamar el corazón?", dijo en un discurso. Francisco, que viajó esta semana a Río de Janeiro para un festival católico llamado la Jornada Mundial de la Juventud, aludió al "misterio difícil de quien abandona la Iglesia" porque creen que "ya no puede ofrecer algo significativo e importante". El secularismo y la agresiva expansión de los evangélicos han arrebatado muchos seguidores a la Iglesia Católica incluso en América Latina, la reserva espiritual del catoliciscmo con cuatro de cada seis fieles del planeta. El Papa reconoció que mucha gente ve a la Iglesia como "una reliquia del pasado, insuficiente para las nuevas cuestiones", una institución -dijo- fría, autorreferencial y "prisionera de su propio lenguaje rígido". Francisco dijo que la Iglesia debe mantenerse fiel a su doctrina religiosa, pero debe acercarse más a la gente y sus problemas reales. "Hoy hace falta una Iglesia capaz de acompañar, de ir más allá del mero escuchar. Una Iglesia que pueda descifrar esa noche que entraña la fuga de Jerusalén de tantos hermanos y hermanas. A veces perdemos a quienes no nos entienden porque hemos olvidado la sencillez, importando de fuera también una racionalidad ajena a nuestra gente", añadió. En Brasil el número de católicos ha disminuido rápidamente a medida que la población rural se fue trasladando a las ciudades, donde prevalecen la cultura moderna del consumo y los cultos evangélicos. "Se necesita una Iglesia que también hoy pueda devolver la ciudadanía a tantos de sus hijos que caminan como en un éxodo", dijo Francisco a los obispos. Más temprano, en la catedral de Río de Janeiro, el Papa instó a los religiosos a abandonar la comodidad de sus iglesias y aventurarse en los barrios pobres para estar cerca de quienes los necesitan. "No podemos quedarnos enclaustrados en la parroquia, en nuestra comunidad, cuando tantas personas están esperando el Evangelio", dijo. Dos millones de personas se concentraron el sábado de noche en la playa de Copacabana para una vigilia en la que el papa Francisco leerá una oración, dijo el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi. "Hay dos millones de personas", dijo Lombardi. Cientos de miles son peregrinos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que acamparán toda la noche sobre la arena, adonde el domingo el papa retornará para la misa de clausura de la JMJ. Esta fue la tercera noche consecutiva que el primer papa latinoamericano congregó a un mar de gente en la playa de Copacabana, tras eventos el jueves y el viernes que juntaron a 1,5 millones de personas cada noche. El alcalde de Río, Eduardo Paes, estimó que unas tres millones de personas asistirán el domingo a la misa de clausura de la JMJ en el mismo lugar, "un récord". "Espero que se bata el récord (de afluencia) de la historia de la playa de Copacabana. Pienso que habrá entre 2.5 a 3 millones de personas", dijo Paes. "Veo a muchos que no son católicos, que no tienen el fervor cristiano pero que vienen a ver al papa", dijo Más de dos millones de jóvenes asistieron en Río de Janeiro a la vigilia de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud, en la que el papa Francisco exhortó a los muchachos a ser cristianos auténticos, "no de fachada" y les alentó a ser los protagonistas de los cambios sociales en el mundo. "Por favor, no dejen que otros sean los protagonistas de los cambios, ustedes son el futuro. No seáis cobardes, no 'balconeen' la vida, no quedaros mirando desde el balcón sin participar, entrad en ella, como hizo Jesús y construir un mundo mejor y más justo", les dijo el papa Bergoglio. En el sugestivo escenario de la famosa playa de Copacabana, Francisco manifestó que sabe que los jóvenes apuntan a lo alto, "a decisiones definitivas que den pleno sentido a la vida y les exhortó a no tener miedo a ir contracorriente. El Obispo de Roma dijo que ha seguido "atentamente" las noticias sobre "tantos" jóvenes que en muchas partes del mundo han salido por las calles en los últimos meses "para expresar el deseo de una civilización más justa y fraterna, son jóvenes que quieren ser protagonistas del cambio". "Los aliento a que, motivados por los valores del evangelio, sigan superando la apatía y ofreciendo una respuesta cristiana a las inquietudes sociales y políticas presentes en sus países", afirmó. El papa añadió que, sin embargo, queda la pregunta: ¿Por dónde empezar? y subrayó que cuando preguntaron a la Madre Teresa de Calcuta qué era lo que debía cambiar en la Iglesia, respondió: "Tú y yo". Tambén le alentó a que abran sus corazones a Cristo y les dejen que entre en sus vidas, "que germine y que crezca". "Estoy seguro de que la simiente cae en buena tierra, que ustedes no quieren ser cristianos a tiempo parcial, de fachada, sino auténticos. Estoy seguro de que no quieren vivir en la ilusión de una libertad que se deja arrastrar por la moda y las conveniencias del momento", señaló, en medio de aplausos y ondear de banderas. Francisco subrayó que Jesús sigue necesitando de los jóvenes para su Iglesia, "nos pide que seamos sus discípulos, que 'juguemos en su equipo'". En ese punto echó mano del fútbol: "Creo que a la mayoría de ustedes les gusta el deporte y aquí, en Brasil, como en otros países, el fútbol es una pasión nacional. Pues bien, ¿qué hace un jugador cuando se le llama para formar parte de un equipo? Debe entrenarse y entrenarse mucho", manifestó. Francisco recordó la frase de san Pablo: los atletas se privan de todo, y lo hacen para obtener una corona que se marchita; nosotros, en cambio, por una corona incorruptible". "¡Jesús nos ofrece algo más grande que la Copa del Mundo! Nos ofrece la posibilidad de una vida fecunda y feliz, y también un futuro con él que no tendrá fin, la vida eterna", aseguró, en medio de los aplausos. El pontífice añadió: "pero nos pide que entrenemos para 'estar en forma', para afrontar sin miedo todas las situaciones de la vida, dando testimonio de nuestra fe". El papa pidió a los jóvenes que sean "auténticos 'atletas de Cristo'". La Vigilia es el momento más sugestivos de las JMJ. El pontífice llegó a Copacabana en el papamóvil, en el que recorrió todo el paseo marítimo, de cuatro kilómetros de largo, acompañado por decenas de miles jóvenes, que corrían junto al vehículo, hasta el palco. Esta vigilia y la misa final de la JMJ del domingo iba a celebrarse en Guaratiba, a las afueras de la ciudad, pero las lluvias caídas en los últimos días convirtieron el lugar en un lodazal y se decidió cambiarlo por Copacabana. El acto se desarrolló en varios momentos. Comenzó con una escenografía en la que participaron decenas de jóvenes que construyeron una iglesia, después subieron al palco jóvenes pertenecientes a congregaciones, entre ellos franciscanos, con cestas de flores y de maíz, que adornaron el presbiterio para la posterior adoración eucarística. Después varios jóvenes brasileños contaron sus experiencias de vida, marcada en algunos casos por las drogas, la mala vida y un aborto y después habló el papa. Tras las palabras del papa, los jóvenes desmontaron la iglesia y se llevaron los trozos en varias direcciones, ilustrando así el lema de la JMJ "Id y haced discípulos a todos los pueblos. El papa se puso después los paramentos sagrados, mientras inició la procesión del Santísimo Sacramento llevado por diáconos y después se celebró la adoración eucarística, en medio de un silencio que se prolongó varios minutos. La vigilia concluyó con el canto del Salve Regina, ante una imagen de la Virgen de Aparecida. Este domingo el papa celebrará en el mismo lugar la misa con la que concluirá la JMJ y anunciará la ciudad que acogerá el próximo encuentro mundial de los jóvenes católicos.
El Papa Francisco preside la vigilia que se realizará durante toda la noche en una playa de Copacabana. La celebración religiosa, en la que se calcula hay dos millones de personas, termina mañana con una misa prevista para las 10. El Sumo Pontífice llegó al escenario donde se realiza la ceremonia después de recorrer en el "papamóvil" la avenida Atlántica, a lo largo de la playa de Copacabana. Francisco aterrizó en el Fuerte de Copacabana y comenzó el recorrido de 30 cuadras que lo separaban del enorme escenario montado sobre la playa, desde donde encabezará la vigilia y dará un mensaje a los jóvenes, que pernoctarán sobre la arena, a la espera de la misa de cierre del encuentro, prevista para mañana a las 10. En el recorrido, el Papa se salió del protocolo al bajarse del papamóvil para bendecir a un niño con discapacidad. Recibió de sus fieles objetos, en sus mayoría camisetas de fútbol. Miles de jóvenes peregrinaron hoy por las calles de Rio hacia Copacabana para vivir esta noche la tradicional vigilia de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), la primera en la historia de este evento católico que se realizará en una playa. Salieron de la estación central del Metro y llegaron a la playa de Copacabana tras recorrer 9,5 kilómetros, en medio de un operativo de seguridad que debió improvisarse a raíz del cambio de escenario. Las autoridades cariocas y el Comité Organizador de la JMJ decidieron que ni la vigilia ni la misa podía realizarse en Campus Fidei, un predio abierto en las afueras de Rio que quedó anegado tras las inclemencias del tiempo en esta región de Brasil. El Papa abrirá esta noche ante una multitud la vigilia con un mensaje, mientras los jóvenes se quedarán en la playa hasta mañana en medio de un show musical, a la espera de uno de los momentos culminantes: "La misa de envío". Francisco presidirá mañana en Copacabana esa celebración eucarística de cierre, en la que realizará el envío misionero a los jóvenes. Un momento que se espera será "desbordante", con más de 2.000.000 de jóvenes en la playa. Desde el escenario armado para la ocasión, el Papa anunciará el lugar donde se realizarán las próxima JMJ. Un secreto que se intentan guardar bajo cuatro llaves, aunque para 2015 habrá que empezar a ahorra desde ahora si la intención es ser nuevamente peregrino en un país asiático.

Ante empresarios y políticos, el Papa pidió apostar por el diálogo, "o perdemos todos "

El escenario del Teatro Municipal de Río de Janeiro recibió al papa este sábado en un auditorio colmado de funcionarios brasileños, en el que no faltaron números artísticos ni palabras emocionantes. Después de las palabras de bienvenida y de un sentido discurso pronunciado por un faveleiro, ex drogadicto, quien culminó su alocución envuelto en lágrimas, abrazo al Santo Padre y recibió su bendición, Francisco comenzó su discurso. Éste, como ya es habitual, se dividió en tres partes, tres puntos que primero presentó y luego desarrolló más extensamente. El primero de ellos fue un reconocimiento a la originalidad de la tradición cultural brasileña, el segundo fue la responsabilidad solidaria en la construcción del futuro y el tercero fue el diálogo constructivo para el presente. En el primero de los puntos, el Papa reconoció la diversidad cultural como un bien notable para el pueblo y el Estado brasileños. "Es de justicia valorar la originalidad dinámica de la cultura brasileña, el común sentir de su pueblo", señaló. El segundo punto, donde se involucra la tarea de los políticos, era el más esperado. Allí, Francisco dedicó la mayor atención a procurar un acercamiento de la dirigencia al pueblo. "El futuro exige hoy rehabilitar la política, que es una de las formas más altas de la caridad", dijo el Santo Padre. También pidió a los responsables de dirigir que se funden en tres principios: "La participación de las personas, evitar el elitismo y erradicar la pobreza". "Que a nadie le falte lo necesario", reclamó. También fue crítico de la situación actual al decir que la ética necesaria para gobernar "aparece hoy como un desafío histórico sin precedentes", y sostuvo que "además de la racionalidad cientifico-técnica se impone la necesidad de una moral" que la supere. Por último, reclamó diálogo para superar las diferencias político-sociales, que tanto se han notado en Brail en los últimos tiempos. "Cuando los líderes de los diferentes sectores me piden un consejo, yo les digo siempre lo mismo: \'Diálogo, diálogo, diálogo\'", explicó Francisco. "Entre la indiferencia egoísta y la protesta violenta, siempre hay una opción posible: el diálogo", insistió. También puso el acento en el papel del Estado laico como factor de unión entre las diferentes religiones que conviven en Brasil. "Diálogo" fue entonces la palabra que tiene que haber quedado flotando entre los asistentes al Teatro Municipal de Río de Janeiro, aunque también dejó el concepto de "humildad social" como la llave para ese diálogo, basado en "acercarse sin prejuicios, y tener una actitud abierta y disponible".

Francisco volvió a romper el protocolo y se colocó un sombrero indígena

El papa Francisco volvió hoy a sorprender y hacer gala de su informalidad, al ponerse un adorno de cabeza indígena llamado "cocar" que le fue regalado por uno de los 40 representantes de la nación brasileña Pataxó que intervienen en Río de Janeiro hasta el domingo en la Jornada Mundial de la Juventud. El hecho ocurrió al final del encuentro que mantuvo con la clase dirigente de Brasil, en el Teatro Municipal de la ciudad carioca, y saludó a representantes de los diferentes estamentos sociales. Varios indios, ataviados con sus ropas tradicionales, se acercaron hasta el Papa para saludarlo.
Inclusive, a una mujer india la bendijo y la besó. Después saludó a un indio, al parecer un jefe de una de las comunidades indígenas del Amazonas, quien se quitó el cocar, confeccionado con plumas blanca y marrón, y se lo colocó al papa, quien no dudó en posar, en medio de los aplausos de los presentes. Después se lo quitó y lo volvió a colocar en la cabeza del indio. En una fiesta llena de música, de risas de niños y de indios con vestimentas coloridas, el papa se puso una toca indígena de plumas, recibió flores de bailarinas y llamó a representantes de la sociedad civil al diálogo entre todos los sectores para enfrentar las diferencias. "Un país crece cuando sus diversas riquezas culturales dialogan de manera constructiva: la cultura popular, universitaria, juvenil, la cultura artística y tecnológica, la cultura económica, de la familia y los medios de comunicación'', dijo Francisco a la multitud. Al concluir el discurso recibió el saludo de representantes de la sociedad civil: los niños le entregaron flores y lo cobijaron en un abrazo todos juntos. Luego tres indígenas se acercaron y cuando intentaron arrodillarse para saludarlo Francisco no lo permitió , los tomó del brazo y estando de pie los abrazó y les hizo la señal de la cruz en la frente. Fue allí cuando uno de ellos, el indio pataxó Ubirai, de 26 años y procedente de Bahía, según versión de diario O Globo, se quitó su adorno de plumas blancas y negras y se lo puso al pontífice, que se dio la vuelta para mostralo a los participantes, que lo aplaudieron y ovacionaron de pie. "Diálogo, diálogo, diálogo'' pareció ser un mensaje a Brasil, el país que lo recibió en su primer viaje oficial como pontífice y que se ha visto sacudido desde junio por una ola de protestas, a veces violentas, en demanda de mejores servicios y contra la corrupción. El papa Francisco también se reunió esta mañana con obispos y religiosos de la región y los mandó a salir de las parroquias y tener coraje para de difundir el Evangelio. Francisco se vio eufórico al iniciar su día e ingresar a la Catedral Metropolitana, un templo de forma cónica, con sus paredes internas cubiertas de vitrales, al ser rodeado por prelados y seminaristas que lo abrazaban y tomaban fotos para conmemorar su presencia, en el penúltimo día de la Jornada Mundial de la Juventud, en Brasil. Al pedirles tener coraje para llevar el Evangelio a los jóvenes, Francisco instruyó a los 655 obispos de las Américas y miles de religiosos a educar a los jóvenes ``a salir, a ponerse en marcha, a ser callejeros de la fe''. PERDER EL TIEMPO Así como el jueves llamó a los jóvenes a escuchar a los viejos, el sábado llamó a los obispos a escuchar a los jóvenes. "Sepamos perder el tiempo con ellos. No podemos permanecer encerrados en la parroquia, en nuestras comunidades, cuando hay tanta gente esperando el evangelio'', exclamó a los religiosos, un mensaje que se ha convertido en un mantra de su papado. El jueves, en un encuentro con peregrinos de su país, Francisco pidió a los jóvenes "hacer lío'', una expresión coloquial que utilizó para pedirle a los fieles sacudir a la iglesia y llevarla a las calles. "No es un simple abrir la puerta para acoger, sino salir por ella para buscar y encontrar. Pensemos con decisión en la pastoral desde la periferia, comenzando por los que están más alejados, los que no suelen frecuentar la parroquia. También ellos están invitados a la mesa del Señor. En el cruce de los caminos andá a buscarlos'', manifestó el papa. Una multitud esperó al pontífice bajo la lluvia en la entrada del templo cuando salió para un encuentro con representantes de la sociedad civil de Brasil. Fue recibido con una ovación de pie en el teatro municipal de diseño clásico, mientras la orquesta del Teatro Municipal tocaba piezas en su honor. En el teatro, el papa escuchó el discurso de Walmir Junior, un joven de 28 años de una favela de Rio quien superó la dependencia de las drogas con ayuda de la iglesia y logró graduarse en la Universidad Católica como profesor de historia. En la calle, fieles lo aguardaban bajo una copiosa lluvia. Una de ellas, Claudina Rosa, secretaria brasileña de 32 años, destacó su mensaje de diálogo. "Nosotros no tenemos cómo acceder a nuestros dirigentes, ellos no nos escuchan. Es excelente que el papa pida diálogo'', declaró Rosa.

SANTA MISA PAPA FRANCISCO CON OBISPOS



En una misa con obispos, el papa Francisco pidió "ir contra la cultura del descarte"

En su sexto día en Río de Janeiro, el papa Francisco tuvo una agenda tan cargada como en las jornadas anteriores. Por la mañana celebró una misa para obispos en la Catedral de San Sebastián y luego se reunió con religiosos y políticos en el Teatro Municipal. Se espera a que por la tarde asista a una vigilia con jóvenes en Copacabana. La intensa jornada comenzó con el desplazamiento por las calles de Río hasta la Catedral Metropolitana de la ciudad. Cientos de personas acompañaron y saludaron al Papa en el camino. La celebración eucarística con obispos de todo el mundo que participan de la Jornada Mundial de Juventud (JMJ), junto a sacerdotes, religiosos y seminaristas, comenzó a las 9, y allí el Papa pidió a "ir contra la cultura de la exclusión y del descarte". "Un obispo, un sacerdote, un seminarista no puede ser un desmemoriado", dijo. Pidió ser memoriosos del primer llamado de Dios y recordó palabras de la Madre Teresa de Calcuta. "Hay que servir a Cristo con alegría", sostuvo. En línea con lo que predicó esta semana, Francisco pidió ayudar a los jóvenes "a redescubrir el valor y la alegría de la fe". "¡Sean callejeros de la fe! ¡Sepamos perder tiempo con los jóvenes!", agregó. El pontífice recordó que el compromiso con los jóvenes "es ayudarlos a ser misioneros de Jesús".
El papa Francisco inició su actividad a las 8:00 AM, cuando partió desde la residencia de Sumare hacia la Catedral de San Sebastián, donde arribó tras un nuevo recorrido popular en el que saludó los fieles que se agolparon detrás de las barandas de seguridad. El papa Francisco tenía previsto celebrar la Eucaristía con obispos, sacerdotes, religiosos y seminaristas en la catedral de San Sebastián de Río de Janeiro, a partir de las 9:00 de la mañana (12:00 GMT). Hasta el lugar han llegado autoridades religiosas en un número que supera varios miles, ya que la capacidad del lugar y el magnetismo de Francisco ha hecho rebalsar las previsiones de la organización del clero brasileño. En la recepción previa, le detallaron a Francisco el origen y la cantidad de los asistentes, y también reconocieron que no podían evaluar la cantidad porque "muchos no llegaron a identificarse". Francisco expresó tres puntos principales. Por un lado, los llamó a seguir los valores de Jesús y tenerlo presente siempre en sus actos. "Un sacerdote no puede ser desmemoriado", les dijo. "No es la creatividad, aunque ayuda y mucho, lo que asegura el fruto, sino ser fieles a Jesús". Luego citó a la Madre Teresa de Calcuta para llamar a evangelizar: "Debemos estar muy orgullosos de nuestra vocación, que nos hace servir a Cristo en los pobres", señaló el Papa repitiendo una frase de la beata, y les pidió "servir a Cristo en las favelas y las villas miseria". En ese mismo tono propuso a recuperar a la juventud con trabajo misionero: "Ayudemos a los jóvenes, pongámosle la oreja para escuchar sus ilusiones. Quizás con el mismo libreto, pero con música diferente", dijo Francisco. Por último, pidió promover "la cultura del encuentro" y alejarse de la de "la exclusión y el descarte", incluyendo a todos en la predica del Señor: "Hay que empezar por los más alejados de las parroquias. Esos deben ser los 'invitados VIP'".

viernes, 26 de julio de 2013

Via Crucis en Copacabana


Francisco, sobre la política: "Los jóvenes ven egoísmo y corrupción"

El Papa habló en Copacabana tras presidir el Vía Crucis en la playa de Copacabana, ante una multitud de jóvenes de 190 países. Francisco, sobre la política: "Los jóvenes ven egoísmo y corrupción" El papa Francisco advirtió que los jóvenes "perdieron su confianza en las instituciones políticas porque ven egoísmo y corrupción", tras presidir el Vía Crucis en la playa de Copacabana, en uno de los momentos más significativos de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud. Ante miles de jóvenes de 190 países, el Sumo Pontífice reconoció que también "han perdido su fe en la Iglesia, e incluso en Dios, por la incoherencia de los cristianos y de los ministros del Evangelio". Además volvió a condenar la violencia, las drogas, el racismo, el hambre y la intolerancia religiosa. Por otro lado, afirmó que desde la época de Jesús hasta la actualidad "la cruz ha recorrido todos los continentes y ha atravesado los más variados mundos de la existencia humana". "Me gustaría que resonasen en sus corazones tres preguntas: ¿Qué han dejado ustedes en la cruz, queridos jóvenes de Brasil, en estos dos años en los que ha recorrido su inmenso país? Y ¿qué ha dejado la cruz en cada uno de ustedes? Y, finalmente, ¿qué nos enseña para nuestra vida esta cruz?", interpeló en su mensaje. Francisco consideró además que "la cruz de Jesús recorre nuestras calles para cargar con nuestros miedos, nuestros problemas, nuestros sufrimientos, también los más profundos. Con la cruz, Jesús se une al silencio de las víctimas de la violencia, que no pueden ya gritar, sobre todo los inocentes y los indefensos". "Jesús se une a las familias que se encuentran en dificultad, que lloran la pérdida de sus hijos, o que sufren al verlos víctimas de paraísos artificiales como la droga; con ella, Jesús se une a todas las personas que sufren hambre en un mundo que cada día tira toneladas de alimentos", aseveró. El Papa sostuvo que con la cruz Jesús también "se une a quien es perseguido por su religión, por sus ideas, o simplemente por el color de su piel".

El Papa encabeza el Vía Crucis en la playa de Copacabana

Ante más de un millón de jóvenes, el Papa Francisco encabeza la celebración del Vía Crucis que se realiza a lo largo de la playa Copacabana, luego de recorrer la avenida Atlántica a bordo del "papamóvil". Rompiendo una vez más todas las reglas de protocolo, el Papa argentino se bajó varias veces del vehículo -para tomar contacto con los jóvenes y hasta bendecir una estatua de San Francisco de Asís- hasta llegar al impactante escenario montado sobre la playa, desde donde seguirá las 14 estaciones y pronunciará un discurso. Más temprano, el Papa afirmó que "cuando se pregunten porque hay hambre y tengan la respuesta estarán cerca de Dios", durante un almuerzo que mantuvo con una docena de peregrinos en el marco del Encuentro Mundial de la Juventud. En ese almuerzo participaron jóvenes de Brasil, Nueva Zelanda, Australia, Portugal, Francia, México, Estados Unidos, Sri Lanka, Rusia, Argentina, Colombia, quienes contaron a la prensa los detalles del encuentro con el Sumo Pontífice. "Cuando llegamos estábamos todos nerviosos y como no hablábamos, nos preguntó que nos pasaba, y yo le contesté que `no todos los días se almuerza con el Papa`", señaló el argentino Marcelo Galeano quien definió a Francisco como un "pastor y un padre". Todos coincidieron en destacar que, al enterarse que no todos hablaban castellano o portugués "quiso hacer todo lo más despacio posible" y pidió a la joven colombiana que sirva de traductora. Paula García, la improvisada traductora, fue además la principal vocera del grupo en la conferencia de prensa: "Nos dijo que en la actualidad se valora más una visión economista y que se perdió la humanista, y que había que lograr que el hombre valiera en sí mismo". "Compartimos nuestras experiencias, sobre todo que la situación económica es muy difícil para los jóvenes, y nos dijo que el trabajo le da dignidad al hombre", señaló. Además, la chica colombiana destacó la humildad del Papa, quien les pidió "que no creyeran que él sabía todo, y que él mismo tiene confesor". "Al final nos hizo unas preguntas a todos: `¿Porqué están hoy aquí? ¿Porqué hay jóvenes muriendo en la calle, con hambre?`, para luego decirnos que cuando tengamos la respuesta, ahí estaríamos más cerca de Dios". Por último, la rusa Polina Grigorieva dijo que después del encuentro con el Papa tenía una gran misión: "tengo el deber de compartir con todos la esperanza que me transmitió".

Francisco encabezó la celebración del Vía Crucis desde Copacabana

El Papa apuntó contra males sociales modernos como "los paraísos artificiales de las drogas", el hambre y las persecuciones raciales y dedicó un párrafo para criticar la "incoherencia" de algunos religiosos. El papa Francisco encabezó hoy el Vía Crucis de la Jornada Mundial de la Juventud en la Playa de Copacabana, donde apuntó contra males sociales modernos como "los paraísos artificiales de las drogas", el hambre y las persecuciones raciales y dedicó un párrafo para criticar la "incoherencia" de algunos religiosos. La actividad comenzó con un nuevo "baño de multitudes", con Francisco circulando en papamóvil entre los cientos de miles de peregrinos de todo el mundo que se congregaron para reflexionar sobre los hechos que encierra la pasión y muerte de Jesús, que son narrados en 14 "estaciones" que conforman el Vía Crucis. "Con la Cruz, Jesús se une al silencio de las víctimas de la violencia, que no pueden ya gritar, sobre todo los inocentes y los indefensos; con ella, Jesús se une a las familias que se encuentran en dificultad, que lloran la pérdida de sus hijos, o que sufren al verlos víctimas de paraísos artificiales como la droga", reflexionó el Santo Padre. La única ovación que interrumpió el discurso de Francisco se generó luego de que pidiera rezar por los 242 jóvenes muertos en enero de este año en el incendio de la discoteca Kiss de la ciudad de Santa María, en el estado brasileño de Rio Grande do Sul. Luego sostuvo que Cristo se une "a todas las personas que sufren hambre en un mundo que cada día tira toneladas de alimentos" y a los "que han perdido su confianza en las instituciones políticas porque ven egoísmo o corrupción" o que han perdido su fe en la Iglesia, e incluso en Dios "por la incoherencia de los cristianos y de los ministros del Evangelio". El pontífice afirmó además que la meditación del Vía Crucis propone distintas actitudes ante el dolor y puso como ejemplos de ello a la Virgen María o a Simón de Cirene, el hombre que según la tradición ayudó a Cristo a llevar la cruz. "La cruz de Cristo enseña a ser como el Cireneo, que ayuda a Jesús a llevar aquel madero pesado, como María y las otras mujeres, que no tienen miedo de acompañar a Jesús hasta el final, con amor, con ternura". Elevando el tono de su voz por única vez, preguntó: "¿Como quién querés ser? ¿Cómo Pilato, que se lava las manos?" Luego, prosiguió interpelando: "¿Como quién querés ser, como el Cireneo, como María? Queridos jóvenes, llevemos nuestras alegrías, nuestros sufrimientos, nuestros fracasos a la Cruz de Cristo". Más temprano, en 13 escenarios dispuestos a lo largo de toda la playa se fueron desarrollando las reflexiones de cada una de las estaciones, en las que se relacionó la narración bíblica con las problemáticas de los jóvenes en la actualidad. Así, por ejemplo, en la tercera detención, correspondiente al momento en el que Cristo cae bajo el peso de la Cruz, se hizo referencia a los jóvenes adictos en recuperación y hubo una breve reflexión sobre las dificultades que tiene ese proceso. Los jóvenes privados de su libertad, los que sufren enfermedades terminales, los que tienen capacidades diferentes e inclusive el uso de las redes sociales estuvieron entre los temas abordados en cada estación. Entre cada uno de los escenarios, un grupo de veinte jóvenes de los cinco continentes portaba la Cruz Peregrina que preside estos actos desde 1984 y que finalmente depositaron en el escenario central, donde se realizó la última estación y lugar desde donde el Papa siguió todo el Vía Crucis. Cuando el recorrido de la Cruz había terminado, cinco jóvenes dijeron un mensaje para cada región del mundo, que en el caso de América Latina y el Caribe fue: "Que se encuentren los caminos para superar la injusticia y la violencia". Además de una elaborada puesta en escena y las actuaciones de 700 actores que recrearon cada momento, todo el encuentro fue acompañado por una orquesta y un coro.

Imagenes del Papa Francisco con el niño


El Papa y un abrazo que emocionó a todos

Un nene fue subido al papamóvil por los guardias e intercambió palabras y gestos de cariño con Francisco. Tras dejar el coche, el pequeño se fue conmovido.

Papa Francisco en Ángelus en JMJ: «Niños y ancianos construyen el uturo de los pueblos»


El papa Francisco rezó el Ángelus en Brasil ante una multitud emocionada

Este viernes el papa Francisco rezó el Ángelus ante una multitud en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro. Francisco se reunió en forma privada con cinco jóvenes presos en la residencia arzobispal, en el marco de su quinto día aquí para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y donde esta tarde encabezará el Vía Crucis en la playa de Copacabana. Los reclusos que estuvieron con el pontífice tienen el acompañamiento espiritual de la fraternidad franciscana "The Way" (El Camino). El encuentro, del que no se informaron más detalles, se realizó en una habitación cerca de la entrada, en la planta baja de la residencia del arzobispo local, monseñor Orani Tempesta. De la reunión con el Papa también participó Mario, quien en junio 2012 se escapó de un penal y pidió ayuda a los franciscanos. Estos no lo entregaron pero le sugirieron que regresará a la unidad penitenciaria para no sufrir las consecuencias. Hoy, el hombre de 35 años recuperó la libertad y ayuda a esa comunidad religiosa que atiende a ex presidiarios que intentan reinsertarse en la sociedad y reencontrarse con sus familias. El vocero de la Santa Sede, sacerdote Federico Lombardi, dijo ayer que el Papa lo autorizó a revelar que "cada dos semanas llama a un grupo de jóvenes detenidos en Buenos Aires". "Cuando veníamos en el avión, el Papa me dijo que podía contar que cada dos semanas llama a un grupo de jóvenes detenidos de Buenos Aires con quienes se hizo amigo", sostuvo el portavoz. Fuentes eclesiásticas argentinos dijeron a DyN que se trata de reclusos del penal de Villa Devoto, donde en su primer año como arzobispo de Buenos Aires realizó el ritual del lavatorio de los pies en Jueves Santo. Las fuentes también dijeron que el pontífice también se comunica "en forma habitual" con Patricio Fontanet, ex vocalista del grupo Callejeros, detenido en el pabellón neuropsiquiátrico del penal de Ezeiza por la tragedia de Cromañón, en la que murieron 194 jóvenes. El papa, además, reiteró su llamado a cuidar a los ancianos y a fomentar el diálogo de éstos con los jóvenes, al destacar el valor de la familia durante el rezo del Ángelus que realizó desde el balcón del palacio arzobispal de Río de Janeiro, frente al cual se congregaron miles de personas. Tras explicar el sentido de la oración mariana, invitó a recitar el Avemaría y explicó que hoy es la fiesta de los santos Joaquín y Ana, que según la tradición católica fueron los abuelos de Jesucristo. "Qué precioso es el valor de la familia, como lugar privilegiado para transmitir la fe", subrayó. "Qué importantes son en la vida de la familia para comunicar el patrimonio y humanidad y de fe que es esencial para toda sociedad", agregó. El Papa instó a los fieles presentes allí a saludar a los abuelos y recordó que el documento de Aparecida, que lo tuvo como presidente del Comité Redactor en 2007, sostiene que "niños y ancianos construyen el futuro de los pueblos. Los niños porque llevarán adelante la historia, los ancianos porque transmiten la experiencia y la sabiduría de la vida". "Esta relación, este diálogo entre las generaciones, es un tesoro que tenemos que preservar y alimentar. En estas Jornadas de la Juventud, los jóvenes quieren saludar a los abuelos. Los saludan con todo cariño y les agradecen el testimonio de sabiduría", reiteró en medio de aplausos. Al término de la oración a la Virgen, el Papa saludo en el mismo balcón a miembros del Comité Organizador, entre ellos el responsable de Comunicaciones de la JMJ, el tucumano Benjamín Paz Vermal.

El papa Francisco confesó a jóvenes y rezó el Ángelus

El papa Francisco resaltó este viernes la importancia que tienen los abuelos en las vidas de las familias, "para comunicar ese patrimonio de humanidad y de fe que es esencial para toda sociedad". El Pontífice hizo estas manifestaciones ante varias decenas de miles de personas que se reunieron ante el palacio arzobispal de Río de Janeiro, donde el Papa rezó el Ángelus, tras haberse reunido antes brevemente con cinco jóvenes que cumplen prisión. El papa Bergoglio recordó que hoy la Iglesia festeja a San Joaquín y Santa Ana, los padres de María y abuelos de Jesús y subrayó que los dos santos forman parte de "esa larga cadena que ha transmitido el amor de Dios, en el calor de la familia". "¡Qué precioso es el valor de la familia, como lugar privilegiado para transmitir la fe!", dijo el Papa, que agregó: "¡Qué importantes son los abuelos en la vida de la familia para comunicar ese patrimonio de humanidad y de fe que es esencial para toda sociedad". Actividades. Por la mañana confesó en el parque Quinta da Boa Vista de Río de Janeiro a cinco jóvenes, tres muchachos y dos muchachas, en el acto más íntimo y reservado de los programados durante la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (ver El Papa le dijo a los jóvenes argentinos que “hagan lío”).Francisco sigue así los pasos de Benedicto XVI, que en la JMJ de Madrid de 2011 también confesó a cuatro chicos, dos hombres y dos mujeres, en el Parque del Retiro de la capital española. En el parque Quinta da Boa Vista fueron sido instalados 50 confesionarios para que los jóvenes que asisten a la JMJ de Río puedan confesarse en la que ya se conoce como "fiesta del perdón". Uno de esos 50 puestos lo ocupó Francisco. El confesionario fue colocado en un lugar reservado del parque para respetar la privacidad del encuentro con los cinco jóvenes. Los jóvenes eran de lengua española, portuguesa e italiana. Los confesionarios han sido diseñados por el arquitecto español Ignacio Íñiguez de Onzono, de 58 años. Son de madera blanca y reproducen la forma de la estatua del Cristo Redentor del Corcovado, de Río de Janeiro. El parque acoge en estos días de la JMJ la Feria de las Vocaciones, importante evento que implica a las congregaciones religiosas. Participan 150 comunidades y congregaciones religiosas cada una con un pabellón. El coordinador de la iniciativa, el sacerdote Leonardo Lopes, afirmó que el objetivo es invitar a todos los que visitan la feria religiosa a que se pregunten "cuál es el diseño de Dios para ellos". Además de los pabellones de las congregaciones, en el Parque Quina da Boa Vista también se ha levantado otro para que se pueda adorar el Santísimo Sacramento, así como zonas deportivas, musicales y de restauración. Encuentro. Francisco mantuvo un breve encuentro con cinco muchachos que cumplen pena de prisión en el palacio arzobispal de Río de Janeiro. El encuentro se celebró en una sala de la planta baja, ante la presencia de educadores de detenidos. Debido a que se trató de un acto muy reservado, no hubo detalles. Días intensos vive el papa Francisco en Brasil, en su visita oficial por la Jornada Mundial de Juventud (JMJ), con una agenda cargada y plagada de emociones. Hoy, en su quinto día en Río de Janeiro, el pontífice confesó a cinco jóvenes, se reunió con presos en el palacio arzobispal y encabezó el rezo de Ángelus Domini. Por la tarde celebrará un Vía Crucis en Copacabana. Sobre el balcón del palacio de San Joaquín, ante una multitud de personas que se congregaron este mediodía, Francisco abogó por la familia y pidió por el "diálogo" entre los jóvenes y los ancianos. "La familia es el lugar para privilegiar la fe", dijo el Papa, y aseguró: "Es importante el encuentro y el diálogo entre las generaciones, principalmente dentro de la familia. Niños y ancianos construyen el futuro de los pueblos". Francisco recordó que hoy en Brasil y en otros países se celebra la fiesta de los abuelos, tras lo que afirmó: "íQue importantes son los abuelos en la vida de la familia para comunicar ese patrimonio de humanidad y de fe que es esencial para toda sociedad!. El Papa rezó el Ángelus ante una multitud en el palacio de San Joaquín. Foto: AFP El obispo de Roma dijo también que es muy importante el encuentro y el diálogo intergeneracional, sobre todo dentro de la familia. "Los niños porque llevarán adelante la historia, los ancianos porque transmiten la experiencia y la sabiduría de su vida. Esta relación, este diálogo entre las generaciones, es un tesoro que tenemos que preservar y alimentar", añadió el Papa. Antes de dirigirse al palacio, Francisco se tomó el tiempo para confesar a cinco jóvenes. En el parque Boa Vista, escuchó a un venezolano, un italiano y tres brasileños, escogidos por sorteo y tomando como referencia su lengua, a fin de facilitar la comunicación con el Papa. Los nombres de los jóvenes no fueron difundidos para "preservar la intimidad". Tras ser recibido por el padre Arnaldo Rodrigues, responsable de esa actividad paralela a la JMJ, Francisco rezó en silencio en la capilla con los cinco jóvenes, tres hombres y dos mujeres, y luego los escuchó, uno a uno. Su agenda continuó cerca de las 11.30 con un encuentro con jóvenes reclusos, en el palacio arzobispal. La reunión, de carácter confidencial para preservar la intimidad del encuentro, se realizó en una habitación cerca de la entrada del Palacio y participaron también algunos asistentes de los reclusos.

jueves, 25 de julio de 2013

Impactante ceremonia de bienvenida a Francisco en Copacabana

Francisco llegó al escenario central montado sobre la playa más famosa de Brasil a bordo del "papamóvil", luego de haber recorrido unas 30 cuadras por la avenida Atlántica, despertando grandes muestras de pasión y alegría entre los peregrinos que lo vivaban como si fuera una estrella de rock. En el trayecto, el argentino Jorge Bergoglio besó niños, tomó un mate que le dio un joven peregrino y hasta intercambió su solideo con otro que le acercaron, reafirmando el vínculo de cercanía y calidez que ya le hizo ganar el corazón de los jóvenes que participan de la Jornada Mundial de la Juventud. "Este año, la jornada vuelve por segunda vez a América Latina. Esta semana, Río se convierte en el centro de la iglesia, en su corazón vivo y joven", expresó el pontífice en un saludo de apertura que leyó íntegramente en castellano. Luego, en el marco de una celebración litúrgica, el papa convocó a los jóvenes a sumarse a la "onda de la revolución de la fe". En un primer mensaje, recordó a la Argentina y la ciudad de Buenos Aires por haber sido la primera sede internacional de este encuentro en 1987 y reveló que le pidió al papa emérito Benedicto XVI que lo acompañara en la jornada. "Ahora mismo estará viéndonos junto al televisor", comentó. El papa también hizo referencia a las malas condiciones climáticas que vienen azotando a la ciudad desde el lunes -lo que obligó a cancelar la vigilia y la misa de cierre en Guanabara-, al afirmar que "la fe es más fuerte que el frío y la lluvia". "He venido también para ser confirmado y contagiado por el entusiasmo de la fe de ustedes", les dijo, ya que "los problemas y dificultades de la fe del obispo puede entristecernos, y qué feo es un obispo triste". Tras una serie de espectáculos musicales y una celebración litúrgica, Francisco ofreció otro mensaje, en el que les pidió a los jóvenes "poner fe, poner esperanza, poner amor" en sus vidas y les advirtió sobre la tentación del "tener, el dinero y el poder". Estos "pueden ofrecer un momento de embriaguez, la ilusión de ser felices, pero al final nos dominan y nos llevan a querer tener cada vez más, a no estar nunca satisfechos", les advirtió. "Es muy triste ver a una juventud empachada pero débil. Tienen que ser fuertes, alimentarse de esa fe y no empacharse", agregó en el mensaje que alternó entre el portugués y el castellano. Seguido por un profundo silencio de parte de las decenas de miles de jóvenes, Francisco expresó que "la fe lleva a cabo en nuestra vida una revolución que podríamos llamar copernicana, porque nos quita del centro y pone en él a Dios". Al inicio de la ceremonia, apenas subió al escenario y luego de que el arzobispo de Río, Orani Tempesta, le diera la bienvenida, comenzó el musical "Río de fe", con la participación de 250 jóvenes que -con imágenes y actuaciones- presentaron a la "ciudad maravillosa" a través de la devoción de su pueblo y su fe católica. Luego subieron al escenario las banderas de los 175 países participantes de la jornada y cinco jóvenes en representación de los cinco continentes saludaron al papa, que tiernamente los estrechó en abrazos y los besó en la frente, rechazando las reverencias con la que los chicos se presentaban ante él. La fiesta continuó con una serie de actuaciones musicales, que representaban las 5 regiones de Brasil, entre ellas una soprano y las cantantes Fafá de Belém y Nazaré Araújo, que interpretaron canciones de la tradición católica brasileña. Tras los espectáculos musicales se inició una ceremonia litúrgica con la lectura del Evangelio de Lucas y culminó con una oración universal en portugués, italiano, español e inglés, el rezo del Padrenuestro y la bendición final de Francisco a los jóvenes. Un momento impactante se reservó para el final del acto de hoy, con la interpretación del tema "Jesus Christ you are my life", del compositor italiano Marco Frisina, que cantó el tenor Jean Willian. emás de futbolística, Brasil es una superpotencia musical, y la fiesta de bienvenida de la Jornada Mundial de la Juventud fue cuidadosamente preparada para estar a la altura. La llegada del Papa en helicóptero al Fuerte de Copacabana, en el extremo norte de la playa, fue el disparo de salida de un espectáculo de música y teatro en el que 150 jóvenes artistas presentaron la vida cotidiana de la «Ciudad Maravillosa», como les encanta llamar a Río. El cielo grisáceo, la llovizna y el frío -absolutamente fuera de lo normal- no pudieron apagar el entusiasmo de cientos de miles de jóvenes en pie a lo largo del paseo marítimo y la famosa playa con forma de media luna, protegida anoche por nada menos que cinco patrulleras y fragatas de la Marina brasileña, curiosas por asomarse a la fiesta. Casi nadie sabe que el nombre proviene de una modesta capilla de la Virgen de Copacabana, muy venerada en Sudamérica, especialmente en su santuario de Bolivia. Lo recordó el arzobispo de Río de Janeiro, Orani Tempesta, en sus breves palabras de saludo. La bienvenida al Papa corrió a cargo de cinco jóvenes de los cinco continentes, en medio del delirio general y del flamear de banderas de 180 países. El escenario era impresionante, con una gigantesca pantalla que permitía ver muy bien la expresión de los rostros en los primeros planos. A lo largo de buena parte de los cuatro kilómetros de playa, muchas pantallas distribuidas regularmente permitían que todo el mundo disfrutase como si estuviese al lado del palco. Recuerdo a Juan Pablo II El discurso del Papa estaba pensado para impactar a cada uno desde la primera frase: «Veo en vosotros la belleza del rostro joven de Cristo, ¡y mi corazón se llena de alegría!». Esta JMJ es la segunda que se celebra en América Latina. La primera fue en Buenos Aires en 1987, y el Papa les recordó unas palabras de Juan Pablo II en aquella ocasión: «¡Tengo mucha esperanza en vosotros!». Como tantas veces, el Papa citó a su predecesor, Benedicto XVI, quien convocó este encuentro hace dos años en el aeródromo de Cuatro Vientos, precisamente al concluir la inolvidable JMJ de Madrid: «¡Se lo agradecemos de todo corazón!», pues nos permite «estar hoy aquí juntos, unidos para compartir la fe y la alegría del encuentro con Cristo, de ser sus discípulos». El Papa Francisco es muy directo, y fue enseguida al grano: «Viendo este mar, esta playa y a todos vosotros, me viene a la mente el momento en que Jesús llamó a sus primeros discípulos a orillas del lago de Tiberíades. Hoy Jesús nos sigue preguntando ¿Quieres ser mi discípulo? ¿Quieres ser mi amigo? ¿Quieres ser testigo del Evangelio?». «¡Bienvenidos a esta gran fiesta de la fe!» El Santo Padre saludó a los jóvenes del mundo entero, «en particular a aquellos que no han podido venir a Río de Janeiro, pero que nos siguen por medio de la radio, la televisión e Internet. A todos digo: ¡Bienvenidos a esta gran fiesta de la fe!». Sin pretenderlo, Francisco es un personaje «superstar», y la fiesta de anoche fue retransmitida en directo en muchos países de América Latina, con una audiencia de cientos de millones en la pequeña pantalla, y muchos más a través de Internet. Su sonrisa y sus palabras desbordaban cariño: «Tened la certeza de que mi corazón de Pastor os abraza a todos con afecto universal. ¡El Cristo Redentor, desde la cima del Corcovado, os acoge en esta bellísima ciudad de Río!». El programa, al margen de la música y de la coreografía sobre la vida carioca, era una liturgia de la palabra, que incluyó la lectura de un pasaje del Evangelio de San Lucas: el poderoso relato de la transfiguración de Jesús. En su discurso final, el Papa invitó a los jóvenes a no dejarse cegar por los ídolos: «El poseer, el dinero y el poder pueden ofrecer un momento de embriaguez, la ilusión de ser felices. Pero al final nos dominan y nos llevan a querer siempre más y a estar insatisfechos». Les propuso ir contracorriente en una «revolución copernicana, que nos quita del centro a nosotros y pone en él a Dios».

Por la lluvia, trasladan los actos de cierre del Papa

La vigilia y misa final de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que tiene lugar en Río de Janeiro con la participación del papa Francisco, se celebrarán en Copacabana, en lugar de en Guaratiba, a las afueras de la ciudad, debido a las lluvias de los últimos días. Una fuente de la organización confirmó a Efe el cambio, en vista de las condiciones en la explanada del alejado barrio de Guaratiba donde se iban a celebrar esos dos actos. Estaba previsto que Francisco presidiera en ese descampado a las 19.30 horas (22.30 GMT) del sábado la tradicional Vigilia, considerado el momento más emotivo de las JMJ. Según la agenda original, el domingo a las 10.00 horas (13.00 GMT) oficiaría la misa final de la XXVIII JMJ en el Campus Fidei de Guaratiba, donde se ha erigido un altar. Tras la misma recitaría el ángelus y anunciará la ciudad que acogerá el próximo encuentro mundial de los jóvenes católicos.

Francisco detuvo el papamóvil para tomarse un mate

El papa Francisco tomó un mate entregado por uno de los fieles mientras desfilaba por la Avenida Atlántica, en la playa de Copacabana a bordo del papamóvil. El Pontífice pidió detener el vehículo, mientras transitaba con la multitud a los costados, al divisar a un fiel que le ofrecía un mate detrás de la vallas.

Francisco hizo vibrar a un millón y medio de jóvenes en Copacabana

El papa Francisco convocó este jueves en Rio de Janeiro a la juventud a a sumarse a la "revolución de la fe" y abandonar las "ilusiones" del dinero y del poder que convierten a las personas en insatisfechas en la sociedad del consumo. Ante un millón y medio de personas en Copacabana que lo recibieron con una fiesta que coloca al argentino Jorge Bergoglio como un líder global de masas, al paso de su papamóvil el pontífice aumentó el romance popular iniciado desde su llegado a Brasil. En la homilía posterior a la apertura de la 28a. Jornada de la Juventud en Copacabana, el papa insistió en el tema de las ilusiones y las insatisfacciones de los jóvenes en el siglo XXI, donde el consumismo, el dinero y el poder chocan con los valores de Jesús y de su iglesia. "Poné tu confianza en Jesús y no te defraudará, la fe en nuestra vida hace una revolución que podríamos llamar de copernicana, porque nos quita del centro y pone a Dios en el centro". Y enfatizó: "La fe es revolucionaria y te pregunto a vos si estás dispuesto a entrar en esta ola de la revolución de la fe. Sólo entrando tu vida tendrá sentido y será fecunda". El papa afirmó que "tener dinero y poder pueden generar un momento de embriaguez, una ilusión de ser feliz, pero son el dinero y el poder que nos poseen a nosotros y nos llevan a querer siempre más, a nunca estar satisfechos". Con dinero y poder, apenas, continuó, "terminamos empachados y no alimentados y es muy triste ver a la juventud empachada pero débil, porque la juventud debe ser fuerte y alimentarse de su fe y no empacharse con otra cosa". El Papa usó una metáfora culinaria al afirmar que la receta para la juventud para una vida en plenitud es "ponerle fe a la vida para que tenga un sabor nuevo, ponerle esperanza para iluminar el horizonte y ponerle amor para que la existencia sea una casa construida fuerte como una roca". • Previa A la una de la tarde, cuatro horas antes de la llegada del papa Francisco, todos los accesos de Copacabana fueron bloqueados al tránsito y el metro comenzó a escupir una inmensa multitud que se tomó este famoso barrio de Río de Janeiro a los gritos de "Ésta es la juventud del Papa". A las cinco de la tarde, cuando el pontífice inició su recorrido de papamóvil desde el Fuerte de Copacabana hasta el palco en que saludaría a los jóvenes, los organizadores anunciaron que ya había un millón de personas en la playa más famosa de Brasil. Pero a esa hora el metro seguía escupiendo grandes grupos de diferentes nacionalidades que se juntaban a los que esperaban desde muy temprano para escoger los mejores lugares y que resistían a la lluvia con capas plásticas. A las seis de la tarde, ya en el gigantesco palco montado en medio de la playa, el pontífice se sorprendió de ver la inmensa multitud que desafiaba un inusual frío en Río de Janeiro para verle y que no dejaba espacios en la playa. El clima de confraternidad entre grupos diferentes, que a veces llegaba a parecer clima de coqueteo, se expandió rápidamente por las calles de Copacabana con dirección a la playa, cerradas para los autos pero abiertas para la multitud. Un grupo de angoleños pasó por el paseo de Copacabana arrastrando una multitud con sus tambores, sus cantos y sus bailes, así como hicieron diferentes grupos brasileños equipados con sus tradicionales instrumentos musicales. Durante toda la tarde el paseo marítimo fue cruzado de lado y lado por extensos cordones de personas tomadas de la mano para no perderse, que eran encabezados por un líder con la bandera del país que procedían o por un religioso en sotana, y que buscaban un lugar estratégico para ver el papamóvil o próximo a una de las gigantescas pantallas de televisión que retransmitieron el evento. En medio de esa fiesta los gritos sólo se unificaban al paso de un papamóvil equipado con luces internas para destacar la figura del pontífice o cuando el locutor oficial pedía vivas a Francisco. Francisco: "Esta semana, Río se convierte en el centro de la Iglesia" El Papa encabezó el primer evento masivo de la Jornada Mundial de la Juventud en Brasil. Cerca de 1,5 millones lo arroparon en Copacabana. “He venido a contagiarme con el entusiasmo de ustedes. Vine a ser confirmado por su fe”, aseguró ante la multitud "Queridos jóvenes. Buenas tardes. Primeramente quiero agradecer el testimonio de fe que están dando porque es más fuerte que el frio y la lluvia", comenzó su discurso el papa Francisco en la playa de Copacabana tras culminar un largo recorrido por las calles de Río de Janeiro escoltado por una incansable multitud. Allí recordó que la primera Jornada Mundial de la Juventud fue celebrada en Argentina en 1987. "Guardo vivas las palabras de Juan Pablo II: 'Tengo mucha esperanza en ustedes y espero sobre todo que renueven su fe por Cristo'", aseguró. “También quisiera mencionar el trágico accidente en la Guayana francesa que sufrió un grupo de jóvenes que venía hacia aquí. Alli murió Sofie Mauriner y otros resultaron heridos. Pido un minuto de silencio y oración por Sofie y por el dolor de sus familiares”, expresó Francisco en referencia a una tragedia que sufrió una misión de 600 jóvenes franceses que se encontraban trabajando en la nación vecina del Brasil en la semana previa a las JMJ. “Este año, la Jornada vuelve por segunda vez a Latinoamérica. Y ustedes han respondido a la invitación de Benedicto XVI para celebrarlo. A él, que nos convoco aquí, les brindamos un saludo y un fuerte aplauso”, exclamó. “Ustedes saben que antes de venir a Brasil, estuve charlando con él y le pedí que me acompañara en el viaje con la oración. Me dijo: 'lo acompaño con la oración'. Y ahora nos está viendo por televisión” El Sumo Pontífice comenzó sus palabras hablando en un portugués precavido pero la interrupción de un cántico del público le alcanzó para desatarse y cambiar a su español natal. “Mi mirada se extiende sobre todos ustedes, que vinieron de todos los continentes. Distancias geográficas, social y humanas. Hoy estamos todos unidos aquí”, afirmó. “Esta semana Rio se convierte en el centro de la Iglesia con su corazón joven. El tren ha atravesado la nación brasileña y hoy ha llegado a Rio. El Cristo redentor nos abraza, nos bendice. Viendo este mar, la playa y a todos ustedes, me viene el momento en que Jesús llamo a sus discípulos a orillas del Lago de Tiberiades. Hoy Jesús nos sigue preguntando: "¿Querés ser mi amigo, querés ser testigo del evangelio?”, dijo el papa Francisco ante un millón y medio de personas que se hicieron presentes para conocer su voz. Aunque su discurso fue breve teniendo en cuenta el cansancio y expectativa que provocó en los peregrinos movilizados hasta el escenario indicado, la ceremonia estaba marcada de antemano como un regalo que los jovenes dedicaban a su visita y no se trataba del momento que el Papa debía dejar su discurso más importante durante su paso por Brasil. “Sus familias les han transmitido el gran don de la fe. Cristo ha crecido en Uds y hoy quiere venir aquí”, exclamó. Y agregó: “Hoy he venido yo también para confirmar el entusiasmo de la fe de ustedes”. Por último se refirió a la alegría de los ciudadanos cariocas y les agradeció su apoyo. "Que feo es un obispo triste. Por eso, para que mi fe no sea triste, he venido para contagiarme con el entusiasmo de ustedes. A todos les digo: ¡Bienvenidos a esta fiesta de la Fe!", resaltó. “Muchos jóvenes están reunidos para vivir este momento. Sintámonos unidos y tengan certeza que mi corazón los abraza a todos con afecto universal. El Cristo Redentor los acoge y los abraza desde esta bellísima ciudad”. “A todos y a cada uno un abrazo afectuoso en Jesús y con Jesús. Bem vindos a vigesima jornada de la juventud”, concluyó ante un público que estalló en aplausos. Más temprano, el papa Francisco pidió este jueves a los jóvenes nunca desanimarse por la corrupción, tras las masivas manifestaciones que sacudieron recientemente a Brasil exigiendo castigos para políticos corruptos y transporte, educación y salud de calidad. "Queridos jóvenes, ustedes tienen una especial sensibilidad ante la injusticia, pero a menudo se sienten defraudados por los casos de corrupción, por las personas que, en lugar de buscar el bien común, persiguen su propio interés", dijo el papa en la favela de Varginha, ante miles de personas. Además, el Sumo Pontífice recibió a jóvenes argentinos."Quiero líos en las diócesis; quiero que se salga afuera, Quiero que la Iglesia salga a las calles", exclamó Francisco ante la multitud. El Papa pidió especial atención en "los dos extremos de la vida" e hizo hincapié en no licuar la fe: "Pueden tomar un licuado de manzana, un licuado de naranja, pero no tomen licuado de la fe; la fe no se licúa. Es la fe en Jesús". • Que sigue Como en los días anteriores, Francisco tendrá una jornada cargada en tierras cariocas en el marco del la "Jornada Mundial de la Juventud". A las 10, el Papa confiesa a varios jóvenes en el parque de la Quinta de Boa Vista. Una hora más tarde recibe a algunos jóvenes reclusos en el palacio arzobispal San Joaquín de Río y a mediodía rezará el Angelus desde el balcón del mismo palacio arzobispal y saluda al Comité organizador de la JMJ y a sus benefactores. A las almorzar con un grupo de jóvenes, representantes de los cinco continentes y la ultima actividad y más destacada de la jornada será la realización del Vía Crucis y su discurso alusivo para finalizar con el paseo marítimo de Copacabana.
Francisco, el Papa que al ser electo aseguró que venía del fin del mundo, fue aclamado hoy bajo la lluvia por cientos de miles de personas al recorrer en papamóvil descubierto la avenida que bordea la playa de Copacabana. El gesto de visitar más temprano una favela donde reclamó la inclusión social de los marginados, le valió el reconocimiento. Como en sus anteriores paseos en papamóvil, el primer papa latinoamericano de la historia rompió el protocolo y se mostró llano y accesible: estrechó manos, besó niños, cambió su solideo (el casquete de seda blanco), por el que le entregó un fiel y hasta tomó un mate que le ofrecieron. El Papa llamó a renovar el compromiso cristiano ante una multitud reunida en la playa de Copacabana, donde destacó que la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es una “gran fiesta de fe” y agradeció al papa emérito Benedicto XVI que acompañe desde el Vaticano a los jóvenes mediante la oración. “Esta semana, Río se convierte en el centro de la Iglesia, en su corazón vivo y joven, porque ustedes han respondido con generosidad y entusiasmo a la invitación que Jesús les ha hecho a estar con él, a ser sus amigos”, aseguró. Ante una multitud, estimada en “más de un millón de personas” por los organizadores, Francisco dio la bienvenida a la JMJ en “esta maravillosa ciudad de Rio de Janeiro” y expresó tanto en portugués como en castellano: “Bem vindo. Bienvenidos a esta gran fiesta de la fe”. “Ustedes son más fuertes que el frío y que la lluvia”, saludó al destacar la masiva convocatoria, pese a las condiciones climáticas inusuales en la ciudad carioca. Desde el imponente escenario, el Papa advirtió a los jóvenes de cinco continentes sobre “la tentación” de poner al tener, al dinero y el poder en el centro de sus vidas, porque “da felicidad”. “El tener, el dinero, el poder pueden ofrecer un momento de embriaguez, la ilusión de ser felices, pero, al final, nos dominan y nos llevan a querer tener cada vez más, a no estar satisfechos”, alertó. Tras lamentar que “es muy triste ver una juventud empachada, pero débil”, exhortó a “ser fuertes, alimentarse, y no empacharse”. “Pon fe, pon esperanza, pon amor”, sintetizó en medio de aplausos y gritos de una multitud. Atendiendo un pedido del pontífice, el alcalde de Rio envió a una monja una canasta con una docena de huevos para ser colocada a los pies de Santa Clara, pidiendo que el tiempo mejore.