El Pontífice encabezó una misa ante 50.000 personas.
En lo que fue la última parada de su gira por Oceanía y Asia, el Papa Francisco dio una misa ante 50.000 fieles, en el Sport Hub de Singapur, uno de los centros deportivos más tecnológicos del mundo.
Durante su homilía, el Pontífice destacó que las imponentes construcciones del país no se deben únicamente al dinero, la técnica o la ingeniería, sino al “amor que construye”.
El Papa pidió proteger “la dignidad de los trabajadores migrantes” y a “garantizarles un salario justo” ante las autoridades de Singapur.
“Espero que se preste una particular atención a los pobres, a los ancianos (...) y a la tutela de la dignidad de los trabajadores migrantes que tanto contribuyen a la construcción de la sociedad, y a quienes hay que garantizarles un salario justo”, afirmó el pontífice argentino.
La etapa de 48 horas en Singapur, una ciudad-estado de seis millones de habitantes, es la última de su larga gira por Asia-Pacífico, que comenzó en Indonesia, y busca alentar el desarrollo de la Iglesia Católica en Asia.
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