2 de mayo de 2014 - Papa ante Consejo para Economía "La reforma de la Curia requiere coraje y determinación"

El recorrido de la reforma de la Curia "no será simple y requiere coraje y determinación", destacó el papa Francisco ante el Consejo para la Economía del Vaticano. "En las diferentes administraciones de la Santa Sede debería establecerse una nueva mentalidad del servicio evangélico", añadió el Pontífice y subrayó que la reforma de las estructuras de la Iglesia representa "un desafío notable que requiere fidelidad y prudencia". La Secretaría y el Consejo para la economía, dijo Jorge Bergoglio, representan "la conciencia de la Iglesia de su responsabilidad para tutelar y administrar con atención los propios bienes a la luz de su misión de evangelización, con particular atención para los necesitados". "No hay que salir de este camino: transparencia, eficiencia pero para ésto", aseveró. "La necesaria reforma de la curia romana "está finalizada a servir mejor a la Iglesia y a la misión de Pedro", subrayó el papa argentino. La Iglesia debe gestionar sus propios bienes con "transparencia" y "eficacia", porque todo es para su finalidad "de evangelizar con particular prioridad hacia los necesitados", insistió Francisco con su habitual claridad conceptual. No es frecuenta escuchar al Papa expresarse sobre el significado de la reforma que tiene intenciones de someter a la Curia vaticana y hoy el Pontífice lo hizo con mucha claridad en su reunión en la sala de los Papa del Palacio Apostólico, a los 15 miembros del Consejo de la Economía, el órgano de dirección de las financias vaticanas que él constituyo junto a la Secretaría para la economía, y coordinador por el cardenal alemán, Reinhard Marx. Palabras sin equívocos, las de Bergoglio, incluyendo su llamado a la gestión de los recurso con particular atención a los pobres. "El Concejo, dijo el Papa, representa a la Iglesia universal: ocho cardenales de varias Iglesias particulares, siete laicos que representan a varias partes del mundo y que contribuyen con su experiencia al bien de la Iglesia y de su particular misión". "Los laicos -añadió- son miembros a pleno título del nuevo Concejo: no son miembros de segunda clase". "El Concejo para la economía fue instituido con el 'Motu proprio-Fidelis dispensator et prudens' del pasado 24 de febrero, junto con la Secretaría para la economía y la Oficina del controlador general", recordó. "El motu propio subraya la misión muy relevante de este acto: la conciencia de la Iglesia de su responsabilidad de tutelar y gestionar con atención los propios bienes de la iglesia a la luz de su misión de evangelización con particular prioridad hacia los necesitados", insistió Francisco. "No debemos salir de este camino. Transparencia, eficiencia, todo para esta finalidad, Todo es para ésto", dijo el Pontífice. "La Santa Sede se siente llamada a poner en acto tal dimensión, teniendo en cuenta especialmente su responsabilidad hacia la Iglesia universal. Además, estos cambios reflejarán el deseo de poner en acto la necesaria reforma de la Curia Romana para mejor servir a la Iglesia y a la misión de Pedro. Este es un desafío notable, que exige fidelidad y prudencia", deslizó el Papa ante un auditorio atento. "El recorrido no será simple y requiere coraje y determinación. Una nueva mentalidad de servicio evangélico debería establecerse en las varias administraciones de la Santa Sede. El Concejo para la economía desarrolla un papel significativo en este proceso de reforma; tiene la tarea de observar la gestión económica y de vigilar las estructuras y las actividades administrativas y financieras de estas administraciones; desarrolla su actividad en relación directa con la Secretaría para la economía", sostuvo Francisco. Y concluyó: "El trabajo del Concejo, es de gran peso y de gran importancia, y ofrecerá una contribución fundamental al servicio desarrollado por la Curia romana y por las varias administraciones de la Santa Sede".