Papa cumple día de descanso y agradece recibimiento

Río de Janeiro, 23 julio 2013.- El papa Francisco se tomó hoy un día de descanso, tras las fuertes emociones vividas este lunes en el baño de masas que se dio en su llegada a Brasil, para comandar hasta el domingo la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Desde la residencia episcopal en el barrio Sumaré, donde está alojado, Francisco envió sin embargo un mensaje a los fieles brasileños, a quienes agradeció la "magnífica acogida" que le brindaron en Brasil. La presencia del cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio en Río arrastró a las calles a decenas de miles de fieles, cuyo entusiasmo puso a prueba el esquema de megaoperativo de seguridad armado por las autoridades brasileñas, que el Ministerio de Defensa definió como el más numeroso ya utilizado para recibir a una autoridad extranjera. Pese a ello, el primer contacto de Francisco con los fieles en Río fue tumultuoso, a raíz de un error del conductor del vehículo que lo transportó del aeropuerto a la Catedral Metropolitana, que agarró una ruta equivocada y "atrapó" al papa entre autobuses estacionados y la multitud, que se peleó con los agentes federales en el intento de tocar a Francisco. "Hubo un error en la pista (elegida)", admitió el ministro jefe de la Secretaría General de la Presidencia, Gilberto Carvalho, quien reconoció que sintió "alivio" cuando el trayecto concluyó sin incidentes. El incidente, sin embargo, no parece haber afectado al pontífice. "El papa está cansado, pero muy feliz", expresó el sacerdote brasileño Omar Raposo, quien visitó hoy a Francisco en la residencia del Sumaré, donde está hospedado. "Nosotros creímos que él pudo haberse asustado, pero no", agregó el religioso, quien participó hoy en el lanzamiento de la medalla conmemorativa de la visita papal, a la que no acudió el pontífice. El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, llamó anoche a "no dramatizar" el incidente durante el trayecto de Francisco, y aseguró que "el papa no tuvo miedo". "Hubo un momento en el que el vehículo tomó una ruta equivocada y se quedó bloqueado. Este fue un momento algo difícil, pero fue el momento en que el papa pudo ver el entusiasmo de la gente", relató. Sin la presencia de Francisco y pese a la lluvia y el frío en Río, millares de peregrinos de todo el mundo empezaron a reunirse desde las primeras horas de la mañana en la famosa playa de Copacabana, donde se inaugurará esta noche la JMJ con una misa celebrada por el arzobispo de Río, Orani Tempesta, precedida por espectáculos musicales. "Estamos esperando la misa", explicó al portal G1 la estudiante argentina Anabella Olmos, de 18 años, quien se manifestó emocionada por ver a un compatriota en el sillón de Pedro: "Es un sentimiento que no puedo explicar. Fue increíble y sorprendente". Según una de las voceras de la JMJ, Shaiane Machado, los compatriotas de Bergoglio forman el segundo contingente más grande -después de los brasileños- entre los más de 375.000 peregrinos de 175 países se inscribieron para participar en la cita. El programa oficial del papa en Brasil proseguirá mañana, con un peregrinaje a la ciudad santuario de Aparecida, donde Francisco estuvo por última vez en 2007, cuando presidió la comisión que redactó el documento final de la V Conferencia del Episcopado de América Latina y el Caribe. "El primer deseo del papa cuando confirmaron el viaje para la JMJ fue incluir en el programa un peregrinaje a Aparecida. Es muy importante personalmente para él, en razón de la reunión de obispos de 2007 y por el documento redactado por un grupo que él presidió personalmente, y que orientará los discursos que hará en Brasil a los jóvenes y, en particular, a los obispos", expresó Lombardi. El portavoz del Vaticano aseguró que el hallazgo de una bomba casera en el baño de un estacionamiento vecino a la Basílica de Aparecida -donde Francisco celebrará mañana una misa- no preocupa al papa ni a los responsables de la seguridad del Vaticano. "Era un caño hecho de plástico con un poco de explosivo adentro, muy artesanal. No había ningún peligro para el papa, no había conexión directa con la presencia del papa y por esto no es motivo de preocupación para nosotros", expresó. Las autoridades de seguridad brasileñas, encabezadas por el general José Alberto da Costa Abreu, se reunieron hoy con representantes del Vaticano para debatir con sus pares del Vaticano cómo se hará el viaje de Francisco al principal santuario de Brasil, donde será esperado mañana por al menos 200.000 personas. En razón de la lluvia en Río, el plan inicial de que el viaje se haga en helicóptero podrá ser abandonado, y lo más probable es que el pontífice viaje en avión. La posibilidad de que el pontífice cumpliera en automóvil el recorrido de unos 270 kilómetros ha sido descartada hoy por el Ejército.